Hace cinco años, el Infiniti QX80 costaba más de 90.000 dólares como SUV insignia diseñado para rivalizar con gigantes como el Cadillac Escalade y el Lexus LX. ¿Hoy? Puedes conseguir uno por aproximadamente $35,000, lo que representa una pérdida de valor de casi el 60%. Esta dramática depreciación no se debe a problemas mecánicos; es una historia de preferencias cambiantes de los consumidores y la lucha de Infiniti por mantenerse al día con un mercado de SUV de lujo en rápida evolución.
Una máquina poderosa dejada atrás
El QX80 2020 contaba con especificaciones impresionantes: un robusto motor V8 de 400 caballos de fuerza, asientos para ocho personas y tracción en las cuatro ruedas disponible capaz de remolcar 8,500 libras. Su interior fue generosamente decorado con tapicería de cuero y adornos de madera genuina, ofreciendo una experiencia de lujo a pesar de su plataforma envejecida que data de 2011.
Sin embargo, esta combinación de poder puro y opulencia tradicional se convirtió en su perdición.
Las arenas movedizas del lujo
El comienzo de la década de 2020 marcó un cambio sísmico en el panorama de los SUV de lujo. Los compradores se inclinaron cada vez más hacia los híbridos, los híbridos enchufables y los modelos totalmente eléctricos, priorizando la eficiencia del combustible y la tecnología avanzada sobre los caballos de fuerza brutos y las plataformas establecidas de gasolina. Mercedes-Benz, BMW y Cadillac respondieron con Escalades y Navigators rediseñados que cuentan con enormes pantallas de información y entretenimiento, sistemas de conducción manos libres e interiores elegantes y modernizados. Mientras tanto, Infiniti se mantuvo con su fórmula probada y verdadera, dejando al QX80 sintiéndose anacrónico y superado.
La propia crisis de identidad de la marca exacerbó el problema. Infiniti siempre se había posicionado como una mezcla de artesanía japonesa y lujo orientado al valor. Pero mientras rivales como Audi abrazaron el desempeño y BMW se centró en la participación del conductor, Infiniti luchó por hacerse un hueco. Esta falta de enfoque, combinada con una lenta modernización, hizo que el QX80 no lograra captar la imaginación de nuevos compradores, lo que lo empujó aún más hacia el territorio de la depreciación.
El precio es correcto (y eso no es bueno)
La fuerte caída en el valor de reventa es, en última instancia, un reflejo de la disminución de la demanda y la percepción de la marca, más que de fallas inherentes al propio QX80. Mecánicamente, el modelo 2020 sigue siendo sólido con su potente motor V8 y su transmisión relativamente confiable.
Pero en el mercado actual donde la tecnología reina, los compradores son menos indulgentes con los sistemas de información y entretenimiento anticuados y la falta de funciones avanzadas de asistencia al conductor, incluso si esas características no eran particularmente importantes hace cinco años.
¿Una puntuación de segunda mano?
Esta dramática depreciación crea una oportunidad fascinante para los compradores inteligentes.
El precio de $35,000 abre la puerta a un paquete impresionante: un interior espacioso y lujoso, capacidad de remolque superior a la de la mayoría de los rivales en este rango de precios y ese innegable estruendo del V8. Si bien la economía de combustible es innegablemente baja, es difícil discutir la pura propuesta de valor para los compradores que buscan comodidad, practicidad y una experiencia bajo el capó ausente en los SUV más tecnológicos de hoy.
Sin embargo, los compradores inteligentes deberían actuar con cautela:
- Usado certificado (CPO): Busque modelos CPO con garantías restantes para mitigar los posibles costos de reparación, ya que las piezas y el servicio de Infiniti pueden ser costosos.
- Inspección exhaustiva: Obtenga una inspección previa a la compra realizada por un mecánico independiente especializado en vehículos de lujo.
El Infiniti QX80 2020 sirve como advertencia para las marcas que no logran adaptarse a las expectativas cambiantes de los consumidores, pero presenta una oportunidad de ganga innegable para aquellos que buscan potencia V8 y lujo de la vieja escuela sin tener que gastar mucho dinero.
