El renacido Renault Twingo, lanzado después de sólo 100 semanas de desarrollo, es una declaración audaz sobre la nueva agilidad de los fabricantes de automóviles europeos. Este cambio vertiginoso establece un nuevo punto de referencia en la industria, mostrando el compromiso de Renault de competir frontalmente con los ágiles fabricantes chinos de vehículos eléctricos (EV) como BYD y Geely.
Renault sorprendió a todos cuando el director ejecutivo, Luca de Meo, declaró en noviembre de 2023 que el nuevo Twingo llegaría a los concesionarios dentro de dos años. Este ambicioso calendario marcó un cambio radical para la venerable marca, desafiando su propia historia de ciclos de desarrollo más lentos para igualar el ritmo vertiginoso de los nuevos participantes.
Para esta rápida evolución fue fundamental adoptar un enfoque decisivo en la toma de decisiones. Adoptando la velocidad y la franqueza características de los fabricantes de automóviles chinos, Renault priorizó la acción rápida sobre reuniones y estudios interminables. Esta mentalidad de “simplemente hazlo” impulsó un proceso de desarrollo incesante.
Para acelerar aún más el desarrollo se creó el ACDC, el centro de I+D exclusivo de Renault en Shanghai. ACDC, que opera con un cronograma casi constante, aprovecha el renombrado ecosistema de fabricación de China y su reputación de tecnología de vanguardia y ciclos de producción rápidos. A pesar de la separación geográfica, el Tecnocentro de Renault en París siguió siendo el orquestador de este esfuerzo internacional, garantizando la calidad del proyecto y el cumplimiento de los principios básicos de diseño de Renault.
Fundamentalmente, Renault no se limitó a ensamblar componentes disponibles en el mercado. El Twingo cuenta con numerosas innovaciones, desde su sistema de propulsión hasta el exclusivo mecanismo que controla los asientos traseros deslizantes. Cada aspecto refleja un compromiso de construir algo verdaderamente nuevo, no simplemente unir apresuradamente partes existentes.
Este énfasis en la velocidad se traduce en beneficios tangibles para los consumidores. Los ciclos de desarrollo más cortos se traducen directamente en menores costos de producción, lo que permite a Renault fijar un precio competitivo para el Twingo. Y a pesar de su asequibilidad, Renault insiste en que seguirá siendo rentable, una consideración vital en una industria donde los autos pequeños están cada vez más bajo presión.
Sin embargo, la ventaja más significativa podría ser el tiempo. Si bien Volkswagen y Renault habían considerado colaborar en sus respectivos vehículos eléctricos de nivel básico, esas discusiones se estancaron. Ahora, el Twingo llega solo, reivindicando su presencia en el mercado durante al menos un año antes de que la contraparte de VW entre en escena. Esta ventaja permite a Renault establecerse como un serio competidor en el floreciente segmento de los coches urbanos eléctricos asequibles.
En una industria tradicionalmente dominada por un incrementalismo cauteloso, el ciclo de desarrollo acelerado de Renault señala un posible cambio de paradigma. Sólo el tiempo dirá si esta audaz apuesta da sus frutos, pero una cosa es segura: el Twingo ha lanzado el guante tanto a los jugadores establecidos como a los ágiles recién llegados.
