Senadores estadounidenses cuestionan el papel de la tecnología de seguridad en el aumento de los precios de los automóviles

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El Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado de Estados Unidos investigará si las tecnologías obligatorias de seguridad de los vehículos y las regulaciones ambientales contribuyen al aumento vertiginoso de los precios de los automóviles nuevos. Una audiencia programada para el 14 de enero de 2026 contará con el testimonio de los directores ejecutivos de Ford, GM, Stellantis y el jefe de ingeniería de vehículos de Tesla.

El senador Ted Cruz, presidente del comité, afirma que “las tecnologías onerosas impuestas por el gobierno y las regulaciones ambientales radicales” inflan los costos de los automóviles. Señala la recientemente promulgada Ley One Big Beautiful Bill, que efectivamente debilita los estándares de economía de combustible al eliminar las sanciones por incumplimiento. La ley también pone fin al crédito fiscal federal de 7.500 dólares estadounidenses para la compra de vehículos eléctricos en septiembre de 2025.

El aumento de precios: realidad frente a percepción

El comité afirma que los precios promedio de los automóviles nuevos se han más que duplicado en los últimos 25 años, pasando de 20.356 dólares estadounidenses (31.000 dólares australianos) en 2000 a más de 50.000 dólares estadounidenses (76.000 dólares australianos) en la actualidad. Sin embargo, el ajuste por inflación revela un aumento más moderado, de alrededor del 30%, en lugar del 245% declarado. El comité cita datos de Kelley Blue Book, que confirman que el precio medio de las transacciones superó los 50.000 dólares estadounidenses en septiembre de 2024.

Por qué esto es importante: El debate sobre los aumentos de precios no es puramente económico. Refleja una tensión más amplia entre las demandas regulatorias, la asequibilidad del consumidor y las ganancias de la industria. La formulación de mandatos “onerosos” por parte del comité sugiere un retroceso contra las normas ambientales y de seguridad.

Impacto del crédito fiscal para vehículos eléctricos y dinámica del mercado

El fin del crédito fiscal para vehículos eléctricos provocó una avalancha de compras en septiembre, inflando temporalmente los precios promedio de transacción, ya que los autos eléctricos son generalmente más caros que los modelos de gasolina comparables. Erin Keating, de Cox Automotive, señala que los vehículos asequibles de menos de 20.000 dólares están “prácticamente extintos”, lo que obliga a los compradores sensibles al precio a acudir al mercado de usados.

Los consumidores más ricos y con acceso a financiación son ahora los que impulsan el mercado, y el costo de las camionetas supera habitualmente los 65.000 dólares estadounidenses. Los aranceles también contribuyen a las presiones sobre los precios, pero el reciente aumento se atribuye en gran medida a la mayor combinación de vehículos eléctricos y vehículos de lujo.

Normas de seguridad bajo escrutinio

La audiencia coincide con la reautorización por parte del Congreso de un proyecto de ley de infraestructura de 300 mil millones de dólares que incluye fondos para la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). Los fabricantes de automóviles han presionado contra el plan de la NHTSA de exigir el frenado autónomo de emergencia (AEB) en todos los automóviles nuevos para 2029.

Hallazgo clave: A pesar de la resistencia de la industria, los estudios muestran que el AEB reduce las colisiones frontales hacia atrás en un 49 % y los accidentes que involucran a peatones y ciclistas en un 9 %. Esto pone de relieve un conflicto entre los esfuerzos de reducción de costos y los beneficios de seguridad comprobados.

Seguridad vial: EE. UU. vs. Australia

Estados Unidos enfrenta un número de muertes en carretera significativamente mayor que Australia. Aproximadamente 40.000 personas murieron en las carreteras estadounidenses el año pasado, lo que equivale a 12 muertes por cada 100.000 personas. Por el contrario, Australia registró 1.300 muertes en 2024, o 4,3 muertes por cada 100.000 habitantes.

Conclusión

La audiencia del Senado tiene como objetivo sopesar los costos financieros de las tecnologías de seguridad con sus beneficios para salvar vidas. El debate refleja una lucha más amplia entre la supervisión regulatoria, las prioridades de la industria y la asequibilidad para el consumidor. En última instancia, la decisión del Congreso sobre la financiación y los mandatos de seguridad dará forma al futuro de los precios de los vehículos y la seguridad vial en los Estados Unidos.